mercredi 22 juillet 2009

La fiesta

Como el matrimonio contempla invitados de distintas partes, hay eventos variados para aprovechar de conocer los alrededores y compartir con los amigos.
La despedida de soltero es dos días antes de la boda, y es simplemente un cocktel para calentar motores y luego un recorrido por los bares del centro, metiendo bulla y haciendo algunas pruebas. La novia está presente también.

La boda es en casa de una amistad de la familia, con un amplio jardín cruzado por un pequeño estero. El día es soleado y caluroso si no se está a la sombra. La temperatura debe bordear los 30°C y más bien seco. La ceremonia es en el jardín, a la sombra de unos árboles y al costado del estero.
Después de un par de horas conversando con los invitados e ingiriendo ridículas cantidades de té helado y aguas de frutas y hierbas, comienza una cermonia sencilla y breve, presidida también por una amistad de la familia: una señora muy particular, de más de 60 años y que participó de todas las actividades posteriores del día, incluyendo deportes, baile y bares más tarde.
De más está decir que la ceremonia no es religiosa (en eeuu, cualquier persona puede pedir un permiso para presidir una boda. Algo así como un permiso provisorio que le da la facultad de casar por el civil a la gente).
Los discursos de los novios, amigos y familiares no logro comprenderlos, pues estoy algo alejado y muy cerca del estero, pero la emotividad es evidente. Los novios, aunque ya viviendo varios años juntos y pretendiendo no darle mucha importancia a este tipo de formalidades, de todas maneras evidenciaron la emoción que provoca decirse uno a otro cuanto se quieren y cuán importante son el uno para el otro, y que esta ceremonia en el fondo simboliza el recuento de su vida juntos y la visión de lo que queda por delante, junto a todos sus seres más cercanos (y yo).

"vamos a tener que casarnos más seguido" se escuchó de repente, argumentando que parece ser la unica manera de reunir a los amigos dispersos por el mundo. Amigos de hawaii, india, europa y otros estados de eeuu y canadá (y yo), se habían esforzado por asistir al evento.

"Y ahora sí comienza la boda..." Era la expresión de los novios después de atravesar por todas las formalidades posteriores a la ceremonia, abrazos, saludos, fotos, etc.
Todos los que quisieran podían tomar una bicicleta y acompañar al cortejo matrimonial tras la carroza que para estos efectos era un triciclo con chofer y asiento, en cuya parte posterior se leía 'just married'. Otra carroza idéntica, pero sin la leyenda, llevaba al fotógrafo, que también era un amigo de la familia, y de hecho quien me hospedó todos los días que estuve allá, junto con otros amigos de los novios, conocidos de hawaii que se habían encontrado para la ocasión.

El resultado es un grupo de unas 30 bicicletas siguiendo los triciclos, más un grupo de automóviles a la retaguardia, invadiendo las calles, bebiendo vodka y saludando. La gente de la calle se reía y saludaban algo sorprendidos. Los otros automovilistas respondían de maneras divididas, algunos saludando con bocinas y otros, sin entender nada, intentaban resolver el misterio observando con una gran cara de interrogación al cortejo.
Los ciclistas se acercaban al triciclo, saludaban, bebían vodka, se alejaban y nuevos ciclistas realizaban el mismo proceso. La travesía de unos 10 o 15 minutos termina en un club social en un parque, donde se realizará la comida y la fiesta.

Después de la comida, un bufet sencillo y contundente de ensaladas y costillar y lomos de cerdo, más discursos, brindis y luego a bailar el tema elegido para reemplazar al vals, un tema de Niel Young que es de particular gusto de la pareja. Entre medio de brindis y conversación, surge la moción de jugar algo como baseball con pelota de playa, donde en vez de batear la bola hay que patearla. Todos al parque, adultos y jóvenes, hombres y mujeres, a jugar por al menos una media hora. Luego algunos rituales más, cortar la torta y esas cosas, y a seguir bailando. Una banda se hace presente para tocar música más bien folklórica y campesina, del tipo de todos giran en la pista intercambiando parejas que toman del brazo mientras giran y zapatean. El resto bebe, conversa, sigue jugando a la pelota o cuida de los perros y niños que también asistieron a la fiesta.
Ya después de unas 6 horas (la ceremonia comenzó pasadas las 4 de la tarde), se comienza a dispersar la gente, ordenar el local y comentar si se va a hacer algo más o no.
Finalmente un grupo, incluidos los novios, decide ir a un bar donde tocará una banda local. Allí continúa la fiesta y la mayoría, apostada en frente del escenario, baila hasta los ritmos más invailables que la banda de rock ejecuta.
Varios, armados de tiras de papel confort, ejecutan movimientos ondulados que le dan a la escena una fluidez y sincronía que llama la atención. Se produce una conexión que todo el mundo disfruta, aún quienes no estaban muy motivados de continuar la fiesta o quienes no están bailando, pero disfrutan de igual manera de la escena.
La fiesta continúa en otro bar, al que yo no asisto pues la gente que me llevará a casa decide retirarse.

Al día siguiente hay un 'brunch' en casa del novio (contracción entre breakfast y lunch, o sea, un desayuno almuerzo), y en la tarde se organiza un partido de fútbol mixto en la plaza. Esta vez sólo los amigos participan del evento, y algunos familiares ya se despiden para volver a sus respectivas ciudades o países de origen.

Las actividades siguientes, ya más dispersas, inluyen cicletada al monte, paseo al parque yellowstone y excursiones al río y la montaña. Aún después de mi partida, continuarán excursiones y campings varios a las distintas maravillas naturales de la zona.
A destacar, por supuesto, el parque yellowstone (el del oso yogi y el oso fumarola), con geysers y cascadas, aguas termales, animales nativos, treckings varios, etc.. Es un parque de más de cien kilómetros de extensión, así que imposible recorrerlo en tan poco tiempo y sin alojar en él.
También, una de las actividades locales favoritas de verano, la flotada en el río, que consiste en arprovisionarse de cámaras de neumáticos y otros similares, un cooler lleno de cerveza y arrojarse al río a flotar y beber arrastrados por la suave corriente por un buen par de horas.

El día de mi partida, los amigos de los novios con los que compartí alojamiento me van a dejar al terminal antes de partir a recorrer unas cavernas. Los novios nos encuentran en el terminal para despedirse también y luego seguir camino a las cavernas.

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